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Sangrado de encías: ¿es siempre una mala señal?

Sangrado de encías: ¿es siempre una mala señal?

Algunas personas han normalizado el sangrado de encías cuando este no es muy excesivo y tiene lugar durante el transcurso del cepillado dental. Su argumento es muy simple: si las cerdas del cepillo son un poco duras pueden provocar una fricción que dé lugar al sangrado. No le prestan más atención y continúan con su vida.

Sin embargo, que las encías sangren durante el cepillado dental no es normal. De hecho, que las encías sangren en cualquier circunstancia no es normal. Estaremos siempre, si no ante el síntoma de un problema grave, al menos, ante una señal de alarma que nos debe llevar a vigilar y a estar pendientes de lo que pueda estar pasando en nuestra boca.

Por eso, hoy queremos insistir en esta idea y hacer un repaso por los problemas dentales que suelen estar tras un sangrado de encías y lo importante que es consultarlo a tiempo.

¿Qué suele haber detrás de un sangrado de encías?

No cabe ninguna duda: cuando el sangrado de encías es habitual y recurrente, en la mayoría de los casos estamos ante una alteración en las bacterias que habitan en la boca (microbiota oral), lo que provoca síntomas como la inflamación y el sangrado.

Como decíamos, no es lo mismo que las encías sangren en ocasiones puntuales a que sangren de manera frecuente. Cuando ocurre esto, es evidente que existe un problema periodontal en algún estadio, de ahí la importancia de consultarlo para obtener un diagnóstico claro e iniciar el tratamiento adecuado a tiempo.

Normalmente, cuando se produce un sangrado de encía solemos estar ante:

1.- Una gingivitis:

La gingivitis es una enfermedad periodontal producida por acumulación bacteriana. Provoca la inflamación de las encías y, con frecuencia, su sangrado. Puede darse en personas de todas las edades, aunque es más habitual en adultos de más de 35-40 años.

2.- Una periodontitis:

Aquí estamos ante una infección de las encías en un estadio más avanzado. De hecho, a la inflamación y al sangrado de las encías, se suele unir la acumulación de sarro haciendo que los tejidos de las encías se vean mucho más afectados. No es raro que una persona con una periodontitis no tratada a tiempo pueda llegar a perder una pieza dental, de ahí la necesidad de estar pendiente de un síntoma tan evidente como es el sangrado de encías.

3.- Cambios hormonales durante el embarazo:

Hay sangrados de encías puntuales como los que pueden sufrir las embarazadas durante los meses de gestación en los que esa parte de la boca está más debilitada. En estos casos, estamos ante un problema muy concreto producido por los cambios hormonales del embarazo. Pero en cualquier caso, debe consultarse a tiempo para evitar males mayores y preservar la salud bucodental en esos momentos tan importantes.

4.- Bruxismo:

En otros casos, el culpable de que las encías sangren es el bruxismo. La continua presión que ejerce el paciente apretando las dos arcadas dentales puede provocar que las encías se dañen y sangren. Es fundamental tomar cartas en el asunto y asegurarse de que este problema responde, efectivamente, a un problema de bruxismo y no a otro tipo de infección. Además, si se confirma la causa, también puede intentar atajarse mediante, por ejemplo, el uso de férulas dentales para absorber esa presión ejercida.

 

Lo importante es que tengas claro que el sangrado de encías no es normal y que debes estar atento a esta señal. De hecho, si el sangrado llegara a ser muy abundante en alguna ocasión, te recomendamos acudir a nuestro servicio de urgencias maxilofaciales en Barcelona para que podamos analizar qué está pasando. Recuerda: una correcta higiene bucal y consultar a tiempo son las claves ante un sangrado de encías persistente.

 

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