En el territorio maxilofacial existen 3 pares de glándulas salivales mayores que son:
– Glándulas Parótidas
– Glándulas Submaxilares o Submandibulares
– Glandulas Sublinguales
Además, existen más de 600 glándulas salivales menores distribuidas por toda la cavidad oral y orofaringe.
La patología de las glándulas salivales puede clasificarse en tres grandes grupos:
– Patología tumoral.
– Patología inflamatoria o infecciosa
– Patología obstructiva
El cirujano maxilofacial, durante sus años de especialización, recibe la formación para el tratamiento integral de la patología de las glándulas salivales siendo el profesional más capacitado para su tratamiento.
Los tumores de glándula parótida son los mas frecuentes dentro de la patología tumoral de las glándulas salivales. El 80% de ellos son benignos y su tratamiento consiste en la extirpación quirúrgica. En el espesor de la glándula parótida trascurre el nervio facial que se encarga de aportar la movilidad de la cara. Durante el procedimiento de extirpación de estos tumores, es necesario identificar y preservar dicho nervio. Para ello, resulta de gran utilidad la utilización de un neuroestimulador, dispositivo que aporta gran seguridad ayudando a localizar e identificar las diferentes ramas nerviosas durante el procedimiento.
Lo más habitual es que se produzca la aparición de un bulto o nódulo en la región de delante de la oreja, en el ángulo mandibular, en la región del cuello, en el interior la boca o en regiones próximas, de crecimiento progresivo e indolora.
En ocasiones puede asociarse a:
- Dolor recurrente o permanente de la glándula salival
- Hinchazón de la glándula
- Dificultad para tragar o abrir la boca
- Enrojecimiento de la piel próxima a la glándula salival
- Parálisis facial
La saliva, entre otros componentes, contiene sales minerales. Al igual que pasa en otros líquidos corporales, estas sales minerales pueden precipitar y formar cálculos o litiasis que en función de su tamaño pueden llegar a obstruir el conducto de salida de la saliva. En algunos casos este tipo de cuadros pueden tratarse mediante una cirugía endoscópica mínimamente invasiva del conducto de la glándula conocida como sialoendoscopia. Cuando la litiasis es de gran tamaño o esta localizada en el interior de la glándula puede ser necesario la extirpación de toda la glándula.