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Traumatología Facial

Traumatología Facial

La traumatología facial forma parte de la especialidad de la Cirugía Maxilofacial y se encarga del diagnóstico y tratamiento de las contusiones y fracturas que se producen a nivel del territorio facial.

Traumatología Facial

Cómo se producen

Este tipo de fracturas son relativamente frecuentes y las causas más habituales para su producción son los accidentes deportivos (ciclismo, esquí, hockey), las agresiones físicas, tropiezos o caídas casuales o desvanecimientos (desmayos).

Las fracturas más habituales del territorio maxilofacial son:
● Fractura mandibular
● Fractura nasal
● Fractura de pómulo
● Fractura de órbita
● Fractura dentales

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Para su diagnóstico es imprescindible una minuciosa evaluación clínica y  la realización de pruebas complementarias tales como radiografías o tomografías computerizadas (Tac’s)

Las opciones de tratamiento de las fracturas maxilofaciales pueden dividirse en 2 grandes grupos. La reducción cerrada o tratamiento conservador y o la reducción abierta y osteosíntesis o tratamiento quirúrgico.

La elección del tipo de tratamiento dependerá de:

  • Tipo de fractura.
  • Localización anatómica de la fractura.
  • Grado de desplazamiento de la fractura.
  • Nivel de alteración funcional.
  • Afectación de otras estructuras anatómicas.
  • Estado de salud general del paciente
  • Preferencia del paciente.

Por lo general, cuando se realiza una reducción abierta de una fractura es necesario realizar una fijación rígida o semi-rígida de la misma. Para ello se utilizan miniplacas y tornillos de titanio que pueden ser de tamaño y diseño estándar o hechas a medida para cada paciente.

¿Qué avances existen a día de hoy en la traumatología facial?

En los últimos años, las técnicas quirúrgicas para el manejo de las fracturas faciales han evolucionado hacia la realización de abordajes mínimamente invasivos y localizados en zonas anatómicas no visibles tales como el interior de la boca o de los párpados para evitar cicatrices visibles.

Además, la evolución de las técnicas de diagnóstico por la imagen y de los softwares de planificación digital nos permiten a día de hoy realizar una simulación por ordenador del tratamiento quirúrgico exacto que requiere cada paciente así como la confección de miniplacas o dispositivos hechos a medida para cada caso (cirugía personalizada) aportando gran seguridad y precisión a los procedimientos y permitiendo la obtención de resultados altamente satisfactorios.

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