Dentro de la cirugía mínimamente invasiva de la articulación temporomandibular podemos diferenciar dos procedimientos:
Consiste en la introducción de dos agujas o cánulas en el interior de la cavidad articular a través de las cuales se crea un circuito de flujo que permite realizar una lísis y lavado de la articulación mediante la utilización de un liquido fisiológico. Se trata de un procedimiento sencillo y que tiene muy pocos riesgos asociados. La artrocentesis se puede realizar con anestesia local o sedación y tiene una duración aproximada de 15 a 20 minutos.
A diferencia de la artrocentesis, en la artroscopia se utilizan unas cánulas de mayor diámetro (aproximadamente 3mm) para acceder al interior de la cavidad articular a través de las cuales se introduce una cámara de artroscopia que nos permite visualizar la articulación de manera directa así como diferentes tipos de instrumental quirúrgico con los que podemos realizar procedimientos terapéuticos tales como la recolocación del disco articular, la eliminación de adherencias internas, la miotomía o liberación del músculo pterigoideo lateral o la artroplastia.
La artroscopia puede estar indicada como método diagnóstico o como procedimiento terapéutico.
Las principales indicaciones de la artrocentesis y artroscopia temporomandibular son:
- Trastornos o desarreglos internos de la articulación que cursen con o sin desplazamiento del disco interno.
- Bloqueos temporomandibulares
- Sinovitis temporomandibular
- Condromalacia temporomandibuar
- Luxación recidivante de mandíbula.
Tras la realización de cualquiera de estos procedimientos, se finaliza con la infiltración de sustancias terapéuticas como el plasma rico en factores de crecimiento o el ácido hialurónico que ayudan a mejorar la dinámica articular así como a acelerar el proceso de recuperación posoperatorio.
El procedimiento se realiza bajo anestesia local y sedación y se puede llevar a cabo en la propia consulta. Tras realiza una limpieza de la región temporomandibular mediante una solución antiséptica, se procede a la anestesia local de la zona.
Posteriormente se introducen 2 agujas en el interior de la cavidad articular a través de las cuales se realiza el lavado articular con aproximadamente 80-100 ml de solución fisiológica de ringer lactato. Finalmente se realiza la infiltración de una sustancia o fármaco en la zona deseada. La duración del procedimiento es de aproximadamente media hora y al finalizar, tras recuperarse de la sedación, el paciente puede marcharse a su casa.
La artroscopia temporomandibular se realiza bajo anestesia general en régimen de hospitalización, generalmente de un día. El procedimiento consisten en introducir una o dos cánulas de unos 3mm de diámetro en el interior de la articulación temporomandibular a través de las cuales se introducen la cámara de artroscopia y el instrumental quirúrgico necesario para realizar las diferentes técnicas terapéuticas. En función de la patología a tratar, el procedimiento puede durar entre 60 y 90 minutos. Al finalizar el procedimiento se puede realiza la infiltración de sustancias o fármacos en el interior de la cavidad para mejorar los resultados funcionales y la recuperación posoperatoria. El mismo día de la intervención quirúrgica el paciente puede realizar una dieta blanda y al día siguiente se pueden iniciar los ejercicios de rehabilitación.