Seguro que asocias la palabra luxación a una lesión en el tobillo, en el hombro o en la muñeca. Pero ¿sabías que también se puede producir una luxación dental? Pues así es y hoy te vamos a contar cómo afectan a la funcionalidad de tu boca y cuál es el procedimiento más efectivo para curar esta lesión, mucho más frecuente de lo que crees.
¿Qué es una luxación dental y cuáles son sus consecuencias?
Que una persona acuda a nuestro servicio de urgencias maxilofaciales en Barcelona porque ha recibido un fuerte impacto en la boca es algo relativamente normal. Pero ¿sabias que, en muchos casos, este tipo de traumatismos dentales no provocan ni roturas ni caídas de piezas, pero sí pueden afectar a los tejidos blandos produciéndose una luxación dental?
Pues así es, ya que las luxaciones dentales tienen su origen en un traumatismo pero que, en este caso, solo afecta a los tejidos blandos, causando el desplazamiento de una pieza dental.
Y esto, además de generar dolor y molestias, suele provocar una separación de esa pieza respecto al resto afectando a la funcionalidad de la boca y pudiendo llegar a ocasionar una pérdida de continuidad de los tejidos que están alrededor.
En definitiva, la diferencia entre una luxación dental y otros tipos de traumatismos es que esta solo repercute en la posición y estructura de un diente en mayor o menor medida, afectando a veces al ligamento periodontal y al hueso alveolar.
¿Cuál es la mejor forma de curar una luxación dental?
Obviamente, tras recibir un fuerte impacto en la boca siempre deberás acudir a un servicio de urgencias dentales para realizar una exploración y obtener un diagnóstico fiable del alcance y consecuencias de este traumatismo. Normalmente realizar radiografías o un escáner será el primer paso para saber exactamente qué ha provocado ese golpe.
Aunque visualmente no se perciban consecuencias, es importante realizar esta consulta ya que pueden producirse fisuras o lesiones menores que si no se detectan a tiempo pueden tener consecuencias graves en el futuro.
Una vez se ha diagnosticado una luxación dental, el tratamiento más adecuado suele implicar estas tres fases de actuación:
1.- Recolocar la pieza dental: Se suele realizar manualmente con instrumental adecuado. Después será necesario comprobar mediante radiografía o escáner que la posición recolocada es la correcta y natural que tenía la pieza antes del impacto.
2.- Inmovilizar la pieza luxada: Una vez recolocada, toca inmovilizar la pieza dental, de la misma forma que se inmoviliza un brazo o una pierna cuando se produce una lesión así. De lo que se trata es de que no se mueva para que se estabilice en su posición correcta. Para ello, se suele recurrir a un alambre de composite que une la pieza lesionada con las contiguas. También se puede recurrir a férulas termoplásticas para conseguir esa inmovilidad.
3.- Seguimiento odontológico: Hasta que el odontólogo te dé el alta definitiva en esta lesión, será necesario que te sometas a varias revisiones para valorar si la luxación dental está curada o si necesitas inmovilizar la pieza durante más tiempo. Este seguimiento posterior es fundamental para garantizar la estabilidad futura del diente y tener la total seguridad de que no se moverá y podrá salvarse del impacto sufrido.
Ahora que ya sabes que se puede producir una luxación dental, acude siempre a un centro odontológico si sufres algún tipo de impacto en la boca. Puedes no sangrar, puedes no ver ninguna pieza rota… pero eso no quiere decir que no se hayan podido producir consecuencias como esta que hoy te traemos. Recuerda que en TMJ Clinic contamos con un servicio de urgencias donde te atenderá un equipo con gran profesionalidad y experiencia.
