Empezar el año con un intenso dolor de muelas es, probablemente, una de las peores formas de iniciar estos doce meses a los que estamos dando la bienvenida. Y en muchos casos, la única forma de poner fin a ese dolor pasa por realizar una técnica de la que hoy nos gustaría hablarte y que seguro conoces: la endodoncia.
En este primer post de 2023, además de desearte mucha salud bucodental, vamos a hablarte de este tratamiento tan común y exitoso, pero también tan temido sin motivos. Hoy te contamos qué es una endodoncia y en qué casos se realiza.
¿Qué es una endodoncia?
La endodoncia, también denominada “tratamiento de conductos” en el ámbito odontológico o “matar el nervio” de forma popular, es una técnica que tiene como objetivo final la eliminación de la pulpa de una pieza dental para proceder al posterior sellado de su conducto, evitando así infecciones y dolores futuros.
No podemos olvidar que ese intenso dolor de muelas al que hacíamos referencia al comienzo del post suele ser consecuencia de una infección que llega hasta el interior de una pieza dental afectando directamente a su pulpa. Al llegar ahí, toca una zona de tejido blando que conecta con el hueso maxilar y en la que abundan los vasos sanguíneos y las terminaciones nerviosas, provocando un dolor realmente intenso y difícil de soportar en ocasiones.
En definitiva, se trata de un tratamiento que forma parte de la llamada odontología conservadora y que consiste en la extracción total o parcial de la pulpa lesionada y el posterior sellado del conducto pulpar.
¿Por qué motivos se realiza una endodoncia?
Aunque desarrollaremos este punto contándote los tres supuestos en los que suele ser recomendable recurrir a una endodoncia, de manera genérica podemos decir que esta técnica se realiza como último recurso para salvar una pieza enferma sin necesidad de extraerla y sufrir las consecuencias estéticas y funcionales de su extracción.
Recordamos que cuando una pieza dental es extraída por lesiones o perdida de forma natural o por traumatismo, surge un problema de doble dimensión: estética para el conjunto de la sonrisa y funcional porque afecta a la capacidad masticatoria.
En estos casos, el siguiente paso sería plantear un tratamiento de implantología que implicaría la colocación de un implante para sustituir esa pieza que ya no está.
Precisamente para evitar esta medida (extracción + implante), obviamente en los casos de piezas que no estén desahuciadas por gran destrucción, la endodoncia permite su conservación para que pueda ser reconstruida con la garantía de que no va a causar dolor en el futuro.
¿En qué casos suele optarse por la conservación de la pieza y la realización de una endodoncia? Pues en estos tres supuestos:
- Caries: cuando una caries no ha sido tratada a tiempo y ha ido creciendo con el tiempo alcanzando a la pulpa, la endodoncia puede ser la manera de reconstruirla sin tener que ser extraída y sin dolores futuros.
- Traumatismos: Cuando una pieza no se pierde por traumatismo pero sí se fractura y esto afecta a las terminaciones nerviosas de la pulpa, la endodoncia es necesaria si se quiere reconstruir la pieza sin dolor.
- Otras patologías: Hay otros casos en los que se practica una endodoncia como la existencia de ciertas enfermedades relacionadas con la raíz o el hueso que rodean al diente que puede dar lugar a una infección en la estructura interna de la pieza.
Si estás sintiendo un fuerte dolor de muelas, que no te amargue el comienzo del año. Ya sabes que en nuestra clínica contamos con un servicio de urgencias dentales y urgencias maxilofaciales en nuestra clínica maxilofacial en Barcelona. Quizás no podamos practicarte una endodoncia si la zona está infectada pero sí podemos recetarte una medicación que te alivie o, en el mejor de los casos, realizarte esta técnica que acabará con el dolor para siempre.
Desde TMJ Clinic Barcelona queremos aprovechar esta publicación para desearte un Próspero Año Nuevo. En este año, seguiremos a tu lado cuidando de tu salud bucodental como te mereces.
